martes, 9 de octubre de 2012

Nuevo blog;

He decidido hacer un nuevo blog ya que este tiene demasiados recuerdos para mí, recuerdos que duelen. De todas formas, no lo voy a borrar. Aquí dejo el link, por si alguno quiere seguir leyendo algún texto mío, aunque no sean gran maravilla.

http://unaformadeevadirme.blogspot.com

lunes, 10 de septiembre de 2012

Libertad.

Alquilamos un coche y nos fuimos de esta mierda de casa, de esta puta provincia. Nos quedamos una noche en Cáceres y aprovechamos para ver el casco antiguo.
Al día siguiente fuimos a un hotel a las afueras de Huelva "city", vacío, con piscina, con una recepcionista súper maja.. La primera noche fuimos a cenar a Mazagón "pescaito" frito y una mujer aparentemente pobre nos pidió un poquito de pescado. Teníamos un plato con pescados de 3 tamaños diferentes y de los más grandes sólo quedaba uno. Mi madre, esperando agradecimiento por parte de la mujer, encontró la caradura de una cabrona asquerosa. Se cogió el grande, la miré con incredulidad y se rió en mi cara. Mi madre y yo nos miramos y yo dije: -Mami, a la próxima no des nada de comida, que nosotras tampoco tenemos dinero y no vamos por ahí de caraduras.
Yo soy de esas personas que da un par de moneditas a la gente que no te avasalla con "por favor, dame dinero, tengo familia, no tengo casa, por favor, una monedita" -.- se lo doy al negrito de la puerta del supermercado que no te dice más que "holaaa", sonríe y se calla como diciendo: estoy aquí pero no me des nada si no quieres. O al chico de unos 19 años que se sentó en una calle del casco antiguo de Cáceres y se puso a cantar flamenco con una voz increíble y un sentimiento que para estar pidiendo dinero era demasiado. Y de mayor se lo daré a Cruz roja.
En fin, ella me respondió: +Lucía, yo no tendré dinero, pero cuando tengo un plato de comida servido, no me importa compartirlo.
¡Zas! Me dio una lección importante, como todas esas que me ha ido dando a lo largo de mi vida. Mi madre es la personificación del concepto "buena persona".
El segundo día fuimos a Sevilla. Vimos la Giralda sentadas en unos bancos y recorrimos el Barrio de la Santa Cruz. Cenamos en Huerva "city", el pobre camarero se sentía solo, se puso a hablar con nosotras como pudo, ya que era Rumano y no se le daba muy bien el español, nos contó que él no podía vivir lejos del mar, que siempre que lo echaba de menos cogía la bici y pedaleaba 40 minutos hasta la playa. Me impactó bastante. Se veía que era un buen hombre y me cayó bastante bien. A demás, es de los míos, es decir, yo tampoco puedo vivir lejos del mar. Puede que no lo visite mucho, pero sé que está ahí, y sé que en cualquier momento puedo coger un bus hasta correos y caminar muy poquito por el Paseo Pereda para poder ver algo tan increíble como puede ser el "gran azul".
El tercer día fuimos a Islantilla a preguntar por mi curso de kitesurf, el cual no hice y por el que me llevé una desilusión. Y por la tarde montamos a caballo. Yo llevaba uno que parecía indio, se llamaba Pío y tenía que ir siempre el último. Paseamos por Doñana y al final por la playa con el atardecer de fondo. Pío fue el único que se bañó. Lo disfruté bastante, pero después, por la noche y al día siguiente, me dolía el culo de una manera...
El cuarto día volvimos a Sevilla. Otra vez Barrio de la Santa Cruz con un calor horrible. Compramos un par de cosillas, entramos en un alcázar y nos fuimos.
El quinto día dejamos el hotel y nos fuimos a Islantilla. Comimos en Isla Canela y preguntamos allí por otro curso de kitesurf. El chico era bastante simpático y se veía que era divertido. Dejamos el número de móvil y nos fuimos al hotel de Islantilla. Me bañé sola en la piscina y cenamos en una pizzería. Estaba en una especie de centro comercial, pero que si lo veis no pensáis para nada que es eso. El camarero nos dijo por dónde solía estar la gente de nuestra edad (mía y de mi hermana) y caminamos un ratito por el paseo viendo los puestos de los negritos (sin discriminación alguna eso de "negritos", es más, me cae super bien la mayoría).
Al sexto día nos fuimos a la playa. Santa sobada me pegué en la hamaca, dios. Me desperté para comer en un restaurante con un camarero super simpático y al volver a la hamaca me dormí otra vez. Me bañé tres veces, eh.
El séptimo día nos cambiamos de hotel, también en Islantilla, y nos pasamos el día en la piscina. Había un grupito de chavales de mi edad, pero como no estaba mi hermana me dio vergüenza hablar con ellos. También había un grupo de personas jugando al watervolley. El monitor me había invitado a jugar, pero me negué también por pura vergüenza. Después me arrepentí de no haber jugado y de no haber hablado con los chicos, tenían pinta de simpáticos y me enteré de que uno cumplía el día 18 de sept., un día después que yo y el mismo día que mi niñop. En fin, os aseguro que con la vergüenza lo único que se consigue es perder oportunidades.
Esa última noche cenamos nuestro último plato de jamón (riquísimo) y nuestro último plato de gambas de Huerva en Huerva (también riquísimas). Fue una pena..
Al día siguiente nos dormimos y casi no llegamos al desayuno. Dejamos la habitación sobre las 12 y a las 12 y 10 cogimos el coche pa' volver. Llegamos a la 1 y pico. No os imagináis las pocas ganas que teníamos las tres de llegar a Santander. Aquí la gente es muy seca, fría y aburrida. En el sur son super alegres (salaos, como dirían muchas personas que conozco), por eso me gusta tanto Tenerife, y Andalucía se parece. Mi madre se quiere ir de Cantabria, yo también. Aquí estamos muy ahogadas y encerradas. Es una sensación muy rara. Para mí (y doy fe de que para mi hermana y mi madre también) estar en esta casa, que no es nuestra, es muy difícil, siempre estoy encerrada en mi habitación y es como que mi tía no quiere que estemos en su casa. Aunque ella no está para vivir sola, ni de coña. En fin, daría lo que fuese por que mi madre encontrase trabajo. Y estando en Huelva la llamaron para dos, uno de ellos en mi colegio (al cual ya no voy a ir) y al final los dos se quedaron en meras ilusiones.
Bueno. Este viaje ha sido bastante guay. Nos hemos reído un montón mi madre, mi hermana y yo. Nos faltaba mi hermano, pero no pudo ser. Ha sido un viaje accidentado pero con buen humor. El segundo día de Sevilla nos metimos en una especie de cruce con un cartel de parking que resultó no ser por ahí, pero al mirar por el retrovisor nos dimos cuenta de que dos coches habían seguido nuestro ejemplo. Nos descojonamos increíblemente y ya cuando esos dos choches salieron y entraron otros cuatro fue la hostia. "Follow the leader" fue. Y en el último hotel yo me metí en una puerta giratoria mientras que mi hermana salía por una puerta normal, la vi tan cerca y bien que creí que ya era la salida de mi puerta.. Imaginaros el descojono de mi hermana y mío tras mi leñazo contra el cristal. Ni cinco minutos después, estábamos subiendo unas escaleras y mi madre se tropezó a lo tonto, fue la gota que colmó el vaso y rompimos a reír de nuevo. Salimos por el jardín y llegamos al paseo, caminamos hasta llegar al centro comercial aquél y al acercarnos a un banco en el que estaban tres chavales sentados, éstos se empezaron a dar codazos. Justo cuando pasamos por delante, carraspearon muy fuerte como para que les mirásemos mientras nosotras tres nos partíamos de risa otra vez. Madre mía, dicen que cuando ríes durante un buen rato se te alarga la vida 10 minutos. Si esto es verdad, nuestra vida se ha alargado bastante más de media hora.
El motivo de este texto es explicar lo bien que nos llegamos a sentir en este viaje. Éramos libres, podíamos hacer lo que quisiésemos, visitar cualquier lugar, no sé... Éramos nosotras tres y nadie más. Nadie que nos hiciese daño, nadie que nos agobiase, nadie que nos juzgase. Mi hermana fue la de siempre, joder, siempre risueña y con sentido del humor. Ha sido volver y cerrarse y poner malas caras a todo otra vez. Joder, mi madre lloró de la ilusión y por recordar lo mal que lo pasamos aquí, por poder desquitarnos estos 5 años de miseria.
Y pensar lo bien que las he visto a las dos estos 9 días y lo mal que las veo hoy...

jueves, 30 de agosto de 2012

Dulce inocencia.

Me gustaría volver a ser una niña. Son tan dulces y tan inocentes.. Y después llegas a la adolescencia y es cuando empiezas a darte cuenta de lo jodida que es la vida. Salvo aquellos que siguen viviendo en los mundos de yupi, obviamente. Me gustaría que cuando los demás me mirasen a los ojos viesen alegría, cero preocupaciones, inocencia. Que al hacer una trastada se diesen cuenta por esa risita que me delataba y que no hubiese una inmensa bronca, sino unas pocas palabras serias. Llorar porque se rompió mi juguete o porque no me dieron lo que quería y no por no poder ver a la persona que amo o el daño que me hacen algunas (muchas) cosas. Creer que pueden sacarme cosas de la oreja y reír al ver lo que sale. Hacer sonreír a una persona sólo con la mirada o con una simple palabra. El hecho de que me insultasen sólo me creaba una pequeña duda que podía dibujar y borrar para siempre con la goma del lápiz. Jugar al fútbol no era para chicos y podíamos juntar action-mans de los chicos con barbies de las chicas en un mismo juego, uniendo las caras de los muñecos y haciendo ruidos como si se estuviesen besando, porque aunque fuésemos peques y nos diese asco, era cosa de mayores y los muñecos se suponía que ya tenían cierta edad. Daba igual si vestíamos así o asá. Como si teníamos la cara llena de chocolate o las manos de colores a causa de los rotus. No teníamos vergüenza para casi nada, nos podíamos bañar en ropa interior o incluso desnudos en la playa, podíamos decir la mayor chorrada que se nos ocurriese o dejar en ridículo a alguien sin querer y sin miedo a lo que pensase el resto. Éramos felices con un simple caramelo y aguantar despiertos hasta las 12 era de héroes y heroínas. "Mierda" era lo más sucio que podíamos decir y eso del "Amor" era cosa de pelis. Tener un hermano mayor era un seguro de vida, un mellizo era una preciosa amistad y un hermano pequeño, una molestia (Esto último se suele mantener). Jugar al snake en el móvil de nuestros padres lo era todo, y si nos aburría se nos ocurría otra utilidad para el móvil (un coche, un asiento pa la barbie, una nave para las minipollie-pocket..). Eso de comer arena no era nada raro y hacer un castillo con ésta era algo para lo que había que tener paciencia y cuidado. Aprender a montar en bici o a nadar era un lujo y algo por lo que debíamos luchar. El mundo de los mayores era aburrido, eso de ir de fiesta no nos apetecía tanto y ver a un borracho en la calle era muy extraño. Quien no creyese en los reyes magos, no jugase con juguetes y/o no viese dibujos animados era estrafalario para nosotros. Eso de mancharnos era divertido y nos daba igual que después le tocase limpiarlo a nuestros padres, ni siquiera se nos pasaba por la cabeza. Los billetes eran simple papel que servían para comprar nuestros juguetes y las monedas eran algo duro, con dibujitos y que servía para comprar nuestras chuches. Las pesadillas y los monstruos del armario o de debajo de la cama eran nuestra mayor preocupación al irnos a dormir, nada de insomnio por amor, mala economía o problemas familiares/amistosos. A mi, como a la mayoría de la gente (espero), mi madre me leía un cuento antes de dormir mientras yo abrazaba uno de mis peluches (tenía un montón) y en mi interior había una gran lucha entre el sueño y el querer escuchar el libro enterito, pero estaba claro cual era, y es, el más fuerte. Teníamos el síndrome de Peter Pan, creíamos en los unicornios, la magia y en que había un príncipe azul para cada princesita y queríamos volar y sentirnos libres. Todo era más fácil cuando éramos pequeños.

sábado, 16 de junio de 2012

Graduación.

Era algo que veíamos muy lejos, pero a lo que queríamos llegar. De pequeñas decíamos "Yo de mayor voy a ponerme un vestido de princesa". Juzgábamos los del curso que tocase ese año y nos íbamos haciendo una idea de cómo queríamos que fuese nuestro vestido. Ahora, probablemente el vestido que tenemos preparado cada una no será como el que imaginamos, quién sabe. Supongo que los peques que hay ahora en el colegio se fijarán en todos nosotros y dirán: ¡Qué guapa va esa!, el vestido de la otra no me gusta, este chico está muy guapo, yo quiero llevar un vestido como ella, yo me peinaré como él.. Eso y cincuenta mil cosas más. Y todo esto mientras nosotros nos dirigimos emocionados a por nuestra banda tipo "miss universo", nuestro álbum de fotos y nosequé rollos más que nos den. Me hace mucha ilusión que llegue este día, yo siempre lo he visto lejano, un momento que día a día se iba acercando, pero sin darme cuenta. Aún a principios de curso me parecía que ese momento todavía no tocaba. Y, mirarnos, a una semana de finalizar este camino en el colegio, a una semana de oír nuestro nombre y apellidos y subir al escenario, a una semana de soltar un sinfín de lágrimas de alegría y de tristeza. Es un paso más para nosotros, pero un enorme paso. Un gran logro. Por otro lado, es una triste despedida, profesores y alumnos que nos han visto crecer. Echaremos de menos los encuentros con cada profesor de primaria por los pasillos del cole, la colleja por hacer el payaso en algún momento, que nos manden al comedor de pequeños por llevar media hora con el primer plato, pedirle "chupachuses" y kit kats al director y chicles a la secretaria, los abrazos al mejor profesor del mundo, los overbooking al salir de clase a la 1 con los peques, los partidos de fútbol entre profes y alumnos, las visitas al cerdo jochimino, los albergues y viajes con la clase.. Y es que cada cosa que hemos vivido en este colegio nos ha marcado para toda la vida.
Qué menos que darles las gracias a cada profesor, a la secretaria y demás personas que nos han enseñado lo que es la vida, que nos han ayudado cuando lo hemos necesitado y que nos han hecho aprender.

miércoles, 23 de mayo de 2012

Volvería. 070512-130512

Echo de menos estar en Roma. Esos paseos visitando el coliseo, el vaticano, Tívoli, Sutri, la villa Deste, el Trastevere, la fontana.. Puff. Mi máxima preocupación era mi flipante dolor de pies de tanto caminar y encontrar un sitio en el que comer o cenar por 10 euros o menos. Me daba igual ir siempre detrás de los profesores, mi ritmo al caminar es rápido y yo no quería perder el tiempo, cuantos más sitios viese, mejor. Buah, ¡qué viaje me pegué! Encima los italianos nos dejaron el listón alto, están tan bueeeeenos, y son tan simpáticos.. Y la anteúltima noche, con nuestra cachimba en la ventana, echando unas risas, sacando el humo como podíamos pa que no saltase la alarma de incendios, preocupadas por que el profesor no entrase.. Y la última, ¡qué decepción! Nuestro planazo se fue a la mierda porque la reserva del albergue estaba mal hecha, dios, era un plan tan bueno, tío, que mierda.. Pero bueno, nos dejaron una sala pa dormir todos, y digo todos, juntos, en el suelo... Si veis nuestras cara al llegar al albergue y enterarnos de que la reserva estaba mal, todos tristes, pero cuando nos dijeron que habían bajado todas las cosas a una sala de abajo, buf todos en plan "Oh, oh, el alcohol, la cachimba, ¡todo a la vista del profesor!". Pero lo habían metido todo en bolsas de plástico y no nos pillaron. Buah.. ¿Lo que más me gustó? El coliseo, la villa Deste y la fontana di Trevi, precioso, me perdería por ahí todos los días.. No me daba tiempo a pensar en que ya no le tenía, y si lo pensaba intentaba aguantarme las ganas de llorar, a demás, estaba en Roma, ¿qué iba a ser eso de llorar en una ciudad como esa? Y tampoco pensé en los problemas familiares, esos que me están jodiendo todos estos días. Si es que.. Estaba de puta madre allí. Comiendo pizza y pasta todos los días, un par de gelatos, viendo tíos flipadísimos bailando street dance, con tiendas increíbles (con precios increíblemente caros), sentadita frente a la fontana escuchando el agua de los chorros y diciendo un no rotundo a todos los hindúes que vendían chorradas. Tío, mis mejores viajes: Roma, Egipto y Bélgica. Me encantaría irme por ahí, mi madre, mi hermana, mi hermano mayor, su novia y yo, a nuestra bola.. Arg, qué mal.. Estoy en depresión.. Allí estaba feliz. Pero bueh, siempre quedará el recuerdo.

viernes, 4 de mayo de 2012

190412, poesía para clase.

No sabía que al final, lo que escribí, se haría verdad, pero bueno, aquí la dejo. Una amiga y mi hermana dicen que es bonita, yo no sé qué pensar.

Recuerdos a tu lado rondan por mi mente,
Tímida sonrisa aparece entre mis labios,
Esos que esperan, de nuevo, por ti, ser besados.
En tu rostro, una mirada ardiente,
una mirada que rompe un alma en mil pedazos.
Yo solo quiero verme reflejada en tu mirada.
Ser el motivo de tu sonrisa,
y una vez más, de tu risa.
Lo único que consigo es alejarte,
Tú, desesperarme.
Dos palabras necesitas,
yo, esconderme entre tus brazos.
Deslizas tu mano por mis mejillas.
En tus labios, palabras que rompen un nosotros,
y de nuestros ojos, dolorosas lágrimas se escapan.
Tras unir, por última vez, nuestros labios,
Desenlazas nuestras manos,
Giras sobre ti, te vas
Dejando tus "para siempre" en el olvido,
el corazón se hace pedazos.

040512

Me desperté, me costó. Dormí fatal no, peor. Fui a clase con esa sonrisa forzada y esos ojos que delatan mi tristeza. Sigo siendo invisible para una de mis supuestas mejores amigas. Me fui con la única que sabe entenderme ya que vive cosas parecidas a lo mío en cuanto a amor. Llegó el profesor y anunció: Hoy haremos algunos de los test, la semana que viene os vais a Roma y a la siguiente haremos los test que falten. Bajamos rápidamente e hicimos ejercicios de coordinación. Empezaron los test: 38 abdominales en 1 minuto, en la última se me bloqueó el cuerpo, la espalda no me podía doler más, pero estaba aprobada. 1,95m de salto, la mejor marca en las chicas, me sentí orgullosa de mi misma. 5,14' en mil metros, sin el cacharrito para el asma, con un mareo impresionante, acabé mejorando mi marca de 5,52' y el profesor me alegró bastante cuando respondí "¡¿Enserio?!" y él dijo un sí con esa risita que tiene, aún más orgullosa me sentí, pero también con ganas de vomitar por el esfuerzo... Patio. Hice la portada de mi trabajo y llegó el profesor. Era la hora de nuestro tutor así que nos habló de Roma, normas, consejos, y cosas estilo "No quiero que volvamos ni con uno menos, ni con uno más, o medio." o "Más os vale comportaros, que en Italia ahora hay mala imagen de España por el chico este que ...", "Ni se os ocurra conocer al amor de vuestras vidas allí." y esos rollos aburridos seguidos de bromillas. Examen sobre el libro de "Nunca seré tu héroe", lo que me recordó a él... Yo nunca seré su heroína (me da igual si es heroína de droga o de héroe femenina). En fin. Llegó la hora de informática, con mi "english sister" (mote que nos pusimos en un trabajo de inglés en 2º de E.S.O) me entretuve, hablamos del chico asturiano, de Roma... De él, por supuesto.. Y lloré, no me importaba que pudiesen verme, solo quería descargar las pesadas lágrimas que había acumulado toda esa mañana. Como siempre, le imaginé aquí, ¡seré idiota! Si no va a venir, y si viene no será para verme precisamente a mi. Buf, que mal... La de cosas que se me pasan por la cabeza, y sobretodo la de él con la otra zorra... Pff, prefiero morir que saber que la imagen que crea mi cabeza es cierta.
No sé, tenía la necesidad de escribir sobre este día.. Supongo que será que me siento sola..

sábado, 14 de abril de 2012

2 años ya.. :(

Te echo de menos, te extraño, te añoro.. Son diferentes formas de decir que me faltas. Hoy hace dos años que te fuiste y no sabes cuánto te echo de menos. Extraño esos sábados en los que me sentaba en el sofá nada más levantarme, venías y te sentabas junto a mi mientras te apoyabas en mi rodilla y decías un dulce "¿qué pasa, chata?". La cantidad de veces que te hice muecas cuando me decías: Lucía, ¡estudia! Y a mi no me apetecía. Esos lunes por la noche que nos dejabas quedarnos hasta tarde (las 12) viendo NUMB3RS contigo. Añoro esa carita que ponías cuando mi madre te hacía sentarte y hacía ella la comida para que tú descansases. La sonrisa maliciosa y divertida que tenías en la boca cuando comías "accidentalmente" algo con azúcar.
Jamás olvidaré el último día que te vi, en el hospital. Yo estaba mala y al despedirme no pude darte ni un mísero beso para no pegarte la gripe y que te pudiesen operar. ¿Sabes? Ojalá te lo hubiese pegado, ojalá no hubieses entrado al quirófano, y menos cuando yo estaba en Tenerife, igual aún estarías aquí..
Tampoco olvidaré lo último que te conté por teléfono, menuda chorrada fue. Ni que dentro de 10 días sería tu cumpleaños.
¿De qué me arrepiento? De no decirte que te quería, te quiero y te querré. De que no hubiésemos tenido tiempo suficiente para que me contases tus historias de cuando eras más joven y yo pudiese entenderlas.
No nos diste tiempo a darte las gracias. ¿Por qué? Pues por acogernos en tu casa cuando nosotras no podíamos pagar la nuestra, por esos detallitos que tuviste con nosotras, por apoyar a tu hija cuando quedó soltera y embarazada de mellizas, por ser una de las dos mejores abuelas del mundo.
Ese increíble carácter, esas chispas que saltaban entre mi madre y tú aún con el máximo cariño, esas miradas, esos besos que dejaban tu carmín en nuestras mejillas, esos paseos, esa parte de mi infancia en la que me acompañaste, las cosas que aprendí de ti, TODO quedó guardado aquí dentro ♥, en mi cabeza, pero sobretodo en mi corazón. En mi corazón, en el de tus hijos, el de tus otros dos nietos y tus dos buenas amigas.
Escápate un ratito del cielo y ven a abrazarme...
Te echo de menos, abuela. :'(

viernes, 6 de abril de 2012

Aunque sea por un tiempo.

Me gustaría decirle adiós al blog por un tiempo, ya no me gusta lo que escribo, los borradores que hago y las cosas que se me ocurren. Tengo la cabeza en otro sitio, a mil cosas al mismo tiempo. Simplemente diré que estoy por tirar la toalla, dejar la vida pasar, sin dar palo al agua, sin pensar en un estúpido por qué, y hacer lo que algunos llaman "vivir la vida". Quisiera emborracharme y olvidar todo por unas horas para después, con resaca incluida, llorar a montones y pfff.
Es que no sé qué coño quiero para mi, siempre pensando en los demás, en que los demás se sientan orgullosos de mi, creyendo que yo también lo sentiré. ¿Dónde está esa chiquilla a la que lo que pensasen los demás le daba igual? Que me digan dónde que voy a buscarla. Quiero poder hacer lo que me de la gana y aún así no perjudicar mi puto futuro o a las personas que realmente me importan, es de las pocas cosas de las que estoy segura que quiero. No se puede tener todo, pero es que en Cantabria yo no tengo nada. Y diréis: por lo menos tienes a tu madre, tu hermana, tu tía, tus compañeras de clase... Pues no, es como si no estuviesen. Mi madre tiene demasiadas preocupaciones como para estar yo con mis tonterías pidiéndole ayuda, que solo soy una quinceañera confusa. Mi hermana pasa de todo, mi tía está ingresada y para mis supuestas amigas es como si yo no existiese, como si fuese una carga más, pero una carga que aguanta todos sus desahogos.
Ya no me apetece ni escribir en el blog, que era mi única forma de descargarme, de expresarme, de todo... Quiero perderme por algún lugar solitario, aclarar mis ideas y cambiar de aires. Quiero beber hasta marearme y sentirme feliz, aunque en realidad esté de pena. Ahora entiendo a los borrachos y a los que fuman, todo el mundo se dedica a criticar, pero si hacen lo que hacen es por algún motivo, yo creo que buscan sentirse bien por un rato, porque el tabaco te relaja y el alcohol te alegra. Lo sé porque, aunque nunca me he emborrachado, he bebido hasta marearme y estar un poco contentilla; porque, aunque no he probado un cigarrillo en mi vida, mi madre fumaba y dice que ahora solo le apetece cuando está nerviosa.
Quiero un abrazo de esos que son en silencio y que duran mucho, en esos que sientes que la otra persona está ahí y te apoya, esos que te llenan.

martes, 13 de marzo de 2012

Yo y mis abrazos.

No sé por qué, creí que eras de cristal, que si te abrazaba te ibas a romper, que si te golpeaba sin querer te destrozaría. Hoy me he asustado, ¿perderte a ti también? Si todavía no te he abrazado nunca. Cuando estabais las dos, erais mi abuela y su increíble amiga, ahora que ella no está tú eres como mi 3ª abuela. Me he dado cuenta de que siempre nos saludamos, nos sonreímos, nos preguntamos qué tal, nos preocupamos la una por la otra, y aún así no te he dado un buen abrazo, uno que nos haga sentir que no estamos solas, que aunque tu casa solo la ocupes tú, mi familia está contigo para todo. Porque cada día que bajo las escaleras, salgo del portal y te veo ahí me alegra el día. Saludarte y preguntarte cómo estás y que hagas esos gestos tan graciosos me encanta. Eres la alegría del edificio, eso te lo aseguro. Y menos mal que sólo es un susto que añadir a la lista. Te prometo, me prometo, y prometo en general, que cuando te vea, y no estemos separadas por ese muro que separa tu casa de la calle, (en un momento oportuno) te plantaré un abrazo. :3 ¡Que ya eres como de la familia! Y como me quede sin abrazarte me da algo, no sé por qué, pero los abrazos me importan mucho y encima me encantan.

domingo, 4 de marzo de 2012

Un mundo diferente;

Entras, pagas tu billete o pasas la tarjeta por el lector y te adentras en un nuevo mundo. Te sientas en algún asiento y normalmente te metes en tu cabeza. Yo observo. ¿Qué observo? Que en un autobús nunca falta el hombre que se queda de pie junto al conductor y le da conversa; la pareja que discute, se enfada y se arregla antes de finalizar su recorrido; la persona que se pasa todo el viaje hablando por teléfono; mujeres y hombres mayores, más de 50 años, que se sientan juntos sin conocerse, hablan de cualquier cosa y al despedirse simplemente se dicen adiós, nada de "encantado de conocerte" o "a ver si volvemos a coincidir"; el niño pequeño al que todos miran; una mujer con ropa de alta costura, un bolso de 500 pavos, unos zapatos de diseño y aún así sin aires de superioridad; tampoco falta nunca el cani o el gitanillo que mira de arriba a abajo a cada chiquilla que entra o el viejo verde que te desnuda con la mirada y te da ganas de darle un sopapo de los buenos (no tengo nada en contra de los canis ni los gitanos, de los viejos verdes sí); también está la persona tímida que mira por la ventana y el o la educad@ que cuando entra una persona de avanzada edad le cede su sitio y se queda de pie; y supongo que también habrá personas que observen como yo.
Un autobús es un mundo diferente en el que personas de todo tipo se cruzan, se miran, se sonríen, se escuchan, se juzgan, se esconden, sueñan, se preocupan... Y todo eso ¿en cuánto?¿media hora?¿una? No sé por qué pero es algo que me llama la atención, me gusta ver como la gente se mete en su cabeza y a la vez se siente llamada por la cantidad de variedad que le rodea, y el hecho de que se sientan llamadas no lo sé, lo creo, porque todo el mundo mira a todo el mundo. Y me encanta ver que siempre, siempre, siempre, está alguna de las personas que nombré. Si no, me da a mi que el autobús tiene que ser muy raro.

miércoles, 29 de febrero de 2012

27-02-12

Salí de clase alegre, me dirigí a casa y al llegar me fui a mi cuarto para estudiar. En el pasillo estaba mi madre, con mala cara como el resto del día, ya que está mala. Para mi sorpresa, no sólo tenía mala cara por eso, alguien más se ha "ido".
-¿Qué?- me quedé, literalmente, con la boca abierta. Me ahogué.
Mi madre y yo nos sentamos en la cama.
-Joder, vaya año... Primero tu tío, después tu primo, luego mi abuelo, poco después el del colegio y ahora ella..- Esa persona no era muy cercana a mi, pero sentía un especial cariño hacia ella, al fin y al cabo es de las pocas que han luchado por mi madre. A mi me afectó bastante, así que me imaginé cómo se sentiría ella.- ¿Tú cómo estás?
+Bueno, como todo el día, hecha una mierda. Pero todavía no lo he asimilado... Después estaré...- No acabó la frase.- Es increíble cómo se nos están yendo todos.. Y los siguientes somos los de mi generación.
-¡No digas eso! Todavía queda mucho, ¿eh?
+Sí, pero, como dice tu tía, estamos en primera línea de playa.- se rió.- Que retorcida es, llevo todo el día acordándome de ella.
-Joder, y nosotros en segunda- Me reí, pero pronto mi cara cambió- Llevo semanas planteándome la muerte, se están yendo demasiados en muy poco tiempo y el tema me persigue, me da rabia.
+Yo a tu edad también me comía la cabeza con esas cosas. Siempre me he preguntado para qué servimos, para qué tenemos que vivir, nos encariñamos de la gente, trabajamos duro.. Y todo eso, ¿pa qué? Ellos se van, nosotros nos vamos...
-Es que no lo entiendo... ¿Por qué, por qué tenemos que existir y hacer todo lo que hacemos? Estudiar, trabajar... No le encuentro sentido.
+No lo sé, Lucía, pero la vida es muy corta, hazme caso, así que disfrútala, pero no dejes de estudiar como estás haciendo últimamente, ¿eh?
-Bueno... Lo intentaré.
Se levantó y se fue. Pero yo he seguido toda la tarde pensando en la conversación, pensando en la vida y la muerte. Los últimos años, me he dado cuenta de que la vida es demasiado difícil, no es como cuando somos pequeños y creemos en los Reyes Magos, Papá Noel, los príncipes azules y las cenicientas que se convierten en princesitas, que va, ni mucho menos, en la vida tenemos que crecer con cierta educación, aprender cosas nuevas cada día, apreciar y aceptar a los demás, y al llegar a adultos tendremos que encontrar trabajo, tener hijos, cuidarles y educarlos, mantener una vida estable, en resumen, tenemos que ganarnos las cosas... ¿Y todo eso de qué sirve? Si al final todos seremos polvo en el aire, recuerdos en corazones que desaparecerán como el nuestro. ¿Por qué tenemos que aprender? Si al final todo quedará en nuestro olvido.

miércoles, 15 de febrero de 2012

Odio.

-¿Qué significa el odio para ti?
+No sé, es un sentimien...
-Sí, es un sentimiento, dime algo que no sepa.
+NO, es un sentimiento MUY FUERTE. Joder, ¡¿por qué no me dejáis terminar nunca?!
-Perdón... Y tú... ¿Tú odias a alguien?
Desvié la mirada, claro que odio a alguien, pero nadie lo sabe, nadie se da cuenta, o fingen no hacerlo. No odio a ninguna niña que vaya de guay, inteligente y guapa por la vida, ni a ninguna niña ignorante y tonta a la que solo le va la marcha, tampoco odio a las que me hacen la vida imposible de vez en cuando, y mucho menos a las niñas que fingen ser indiferentes. Ellas no me importan, el que escupe p'arriba le acaba cayendo, y no son mi problema, yo solo abro un poco los ojos de los demás, lo que me permiten. Bueno, yo solo odio a una chica, una que no se puede ni ver, que se está mirando en el espejo varios minutos mientras se dice a sí misma lo fea que es, que deja de comer por vagancia y que no estudia por aburrimiento. Una niña que desea volver a ser una pequeñaja de 7 años y que ahora no sabe disfrutar de la vida, y tampoco le permiten hacerlo, que prefiere ayudar a los demás y echar todo lo suyo a perder a ir de egocéntrica e hipócrita por la vida mientras jode a los demás. Esa chiquilla que odia que piensen cosas que no son sobre las personas que aprecia. Una niña que daría lo que fuese por ayudar a su madre, por ver a su mejor amiga y a su novio en persona, que se encierra en su cuarto y no sale de él si no es para preguntar cosas insignificantes, para ir al baño o comer, que lo único que necesita en su día a día es su iPod. Una chiquilla que odia estar sola, pero también odia estar acompañada. Que unos días no sabe lo que quiere y otros lo tiene todo demasiado claro. Una que prefiere callarse y no hacer daño o decir la verdad antes que mentir, pero que cuando tiene que decir una verdad dolorosa no es capaz de hacerlo, y no por maldad, sino por no dañar. Esta niña se ríe cuando no debe, se raya a la mínima y a la mínima sonríe también. Para dar más pistas, le encanta escuchar música y escribir en su blog. Y sí, esa tonta de la que hablo soy yo. Me odio y no se por qué, esto sí que no es un odio sano.

jueves, 9 de febrero de 2012

Hazlo, sea cuando sea, pero hazlo.

Haz la locura de esconderte, esconderte del mundo entero. Coge el autobús y vete, vete a ese sitio en el que te sientes libre, en el que respiras agusto. Cuando llegues a la ciudad sumérgete en tu mente y dirígete a ese lugar. Pasea junto al mar y nota la brisa rozándote la cara. Observa lo que te rodea, la gente que es feliz con o sin sus problemas, los ancianos en pareja, las parejas de la mano, los niños correteando, gente de traje y corbata con la mayor prisa del mundo... Se la chica que deambula sola por el paseo, ese paseo que te encanta recorrer, que te trae buenos y malos recuerdos, recuerdos con personas a las que quisiste y/o quieres. Siéntete libre, con el mundo a tus pies solo por unos segundos, horas o minutos, el tiempo que haga falta. Cuando llegues a las playas en las que tanto has veraneado, para. Para y respira. Respira y recuerda. Pero tu camino no terminará ahí, todavía te queda un gran recorrido hasta llegar al faro, o hasta su cercanía. Promete que en cuanto llegues a ese aparcamiento, ese de la playa en la que hiciste surf la primera y última vez, esa en la que se ve tu increíble faro, te acercarás al muro, mirarás el mar y llorarás. ¿Sabes por qué quiero que hagas eso? Porque hace poco, como recordarás perfectamente, tu madre te dijo que cuando él os dejó tiradas ella fue allí a ahogar sus penas en lágrimas. Promete que te tirarás allí un buen rato, pensando y llorando, aunque la gente te mire. Porque esa zona es de las primeras partes de Santander que pisaste hace 10 años. Porque esa zona es preciosa y te encanta. Cuando termines de llorar, desahogarte y demás, vuelve por donde has ido, borra tus huellas y todo rastro de lágrimas, sonríe aunque odies tu sonrisa. Ayer querías desaparecer en una montaña y gritar, tirarte en el suelo y mirar el cielo; pues no es posible, lo siento, pero tienes esta opción, y sé perfectamente que te gusta. Así que hazme el favor de ir, de seguir mis instrucciones, de guiarte por lo que te pide la cabeza, esta vez con la colaboración de tu corazón. En esto sí que nos ponemos de acuerdo.

Te hablan tu corazón y tu mente, firmando una tregua.

sábado, 28 de enero de 2012

Pti; 270112

Simplemente lo sabía, sabía que esa imagen de pasota que intentas dar no es real, sabía que en el fondo eras diferente. Lo que no sabía era que fueses tan increíble como me has demostrado. Siento que lo hayas pasado tan mal, que hayas tenido esa infancia, que nadie se de cuenta, o que nadie demuestre de alguna forma que se ha dado cuenta. Te prometo que estaré aquí para lo que quieras y cuando quieras. Me alegro de que me contases todo, porque yo sabía una muy pequeña parte y no sabía cómo ayudarte, ahora más o menos sí lo sé. ¿Sabes lo bueno de tener una vida tan puta? Que te convierte en una persona interesante y de las que vale la pena conocer, pero conocer de verdad, conocer tu interior interior. Me lo pusiste difícil, la verdad, pero lo conseguí, te conocí de verdad. Cada vez te me pareces más a mi hermana, las dos ocultáis lo que sentís y os introducís en el mundo que os guste, tú elegiste la música y mi hermana las series manga, pero elegisteis algo. Las dos decís que no merece la pena ir "presumida", las dos os sentís solas y las dos me tenéis a mi, ¿tan invisible soy? :(
Siento no poder darte un abrazo, un beso en la mejilla que te digan "estoy aquí y te apoyo", pero todavía está nuestra promesa pendiente, todavía hay tiempo. :)
Gracias por recordarme esa parte de mi vida que borré inconscientemente, por recordarme mi infancia, ya que fue una parte importante en mi vida.
Que sepas que te quiero mucho mi pti<3 y que me tendrás aquí para todo, te lo repito. :)

sábado, 21 de enero de 2012

Que le den al sufrimiento.

Si no es por una cosa es por otra. En lo poco que llevamos de año no hay día que no reciba malas noticias, que no se enfade alguien conmigo o que la distancia no me deje respirar. Estoy harta de este sufrimiento que se apodera de mi cada día. En 20 días se han muerto dos personas que conocía, una demasiado importante para mi; en 20 días creo que no ha habido más de uno en el que él y yo no hayamos tenido un momento incómodo o una discusión, más de la mitad por culpa de mis preocupaciones; en 20 días mi hermana y yo hemos hablado en buen plan uno o dos, los demás hemos discutido todos; en 20 días mi madre se ha dado cuenta de que en unos meses mi tía volverá a estar ingresada por un brote (es esquizofrénica y vivimos con ella, horriblemente mal); en 20 días mi espalda ha ido a peor y sigue sin haber dinero para un maldito corsé; en 20 días he sonreído a la distancia, al dolor y la desesperación TODOS. Se puede decir que soy fuerte, pero me estoy cansando, solo tengo 15 años joder, duele mucho levantarse para, después de cinco minutos, volver a caer, duele mucho sonreír a todo el mundo mientras que lo único que quieres es desaparecer y llorar hasta deshidratarte, que lo único que siento es que me ahogo en un océano. No entiendo por qué este maldito corazón se empeña en seguir latiendo cada día si lo único que quiero es borrarme del mapa. Ahora solo puedo decir "que le den al sufrimiento" y dejar de derramar lágrimas de una vez. Esperemos que lo que empieza mal, acabe bien.

martes, 17 de enero de 2012

Feliz Cumpleaños.

Que hoy ha sido el cumpleaños de una de las personas a las que mas he querido, quiero y querré en toda mi vida. Sí, hoy ha sido el cumpleaños de la persona que me dio la vida, que me apoya cada día, que no merece derramar una sola lágrima por nada ni por nadie, que lucha cada día por sacar adelante a su familia con mil obstáculos de por medio.
Ella, que es más buena que todas las cosas, que sabe admitir sus errores y hace todo lo posible por corregirlos, que simplemente no tiene precio.
Para mi, ella es invencible, increíble y mi heroína. Mi ejemplo a seguir, evitando cometer sus errores. Os aseguro que más inteligente, guapa, divertida, entretenida, cariñosa y buena persona, no las hay.
Felicidades mami, son 16 ¿no? jajaja, que te quiero muchísimo, gracias por estar ahí todos los días, por no tirar la toalla ante la cantidad de problemas que hemos tenido, gracias por enseñarme lo que significa realmente ser una persona hecha y derecha y lo que es vivir, por enseñarme a darme cuenta de cómo es el mundo de verdad.

lunes, 16 de enero de 2012

Que ya no quiero.

Ya no quiero despertarme por la mañana, no quiero que llegue un nuevo día, no quiero ir al colegio a soportar a los 24 idiotas de turno, no quiero que esas dos supuestas amigas me vuelvan a utilizar, no quiero pagarla con las personas que más quiero, no quiero echarle nunca más de menos, no quiero volver a llorar, no quiero seguir estudiando, no quiero ver sufrir a nadie más, no quiero sentirme tan pequeña, no quiero que todo lo que he conseguido vuelva a caer y se rompa, no quiero volver a contradecirme, no quiero salir de la cama, no quiero seguir en este maldito mundo. Solo quiero escuchar música, cerrar los ojos y soñar, soñar que todo va bien, que salimos de la estúpida crisis y mi madre encuentra trabajo, soñar que estoy entre sus brazos, que en mis sonrisas no queda ningún rastro de esta agonía que me atrapa y me machaca. Esto es nuevo para mi, de repente todo rastro de ilusión ha desaparecido, lo hago todo a desgana. Antes solté dos gritos y me sentí mejor que nunca, lo que no me esperaba era que después de un rato me sentiría insignificante, odiosa, con rabia, sin ganas, con los ojos inundados por las lágrimas de dolor y que no caigan, sin un respiro. Me agobié, me cerré y me rendí. Prometo calmarme, abrirme y seguir donde lo dejé. Dame tiempo. ¿Por qué necesito tantos segundos? Joder, eso siempre falta. Necesito evaporarme, encerrarme, evadirme, desaparecer por un instante. No sé qué me pasa, no sé qué ha cambiado, qué ha empeorado. No lo entiendo, no me entiendo.
Que ya no quiero dar un paso más si no es contigo, no quiero reír si ella no ríe conmigo, no quiero estudiar si él rompe mi objetivo, no quiero salir si para ellas solo soy el juguete de usar y tirar.

domingo, 8 de enero de 2012

Ser libre por unas horas.

-Yo quiero ver delfines..
+Sí claro.
-Pues igual sí, estamos en un barco, es posible.

El viento me daba en la cara, me sentía libre, todas mis preocupaciones fueron desapareciendo por momentos, el sol ascendía por el cielo y pronto llegaría a estar justo sobre nuestras cabezas, las olas se partían bajo el casco del barco, la proa subía y después golpeaba fuertemente contra el agua, mis pies colgaban por un lado, estaban empapados, y poco a poco mis pantalones grises fueron oscureciendo al llenarse cada vez de más agua, se estaba tan bien, era la mañana perfecta para navegar, lo que mejoró aún más:
-¡Mirad! ¡Delfines por proa!
+Son muy grandes.
~Creo que son ballenas... Sí, calderones.
+¡Que guay! Yo quería ver delfines y veo ballenas, no está mal. :D

La mañana fue transcurriendo, ya eran las 12 más o menos y me ofrecieron dirigir la caña. El barco había estado escorado toda la mañana, en ese mismo momento me encontraba en el lado más cercano al agua, si quería podía tocarla con mis manos sin hacer mucho esfuerzo. Me daba miedo dirigir el barco en ese momento... Era una oportunidad tan buena, así que acepté. Me senté junto al amigo de mi padre, cogí la caña y él la soltó.
-Tira un poco hacia ti.
Seguí sus explicaciones, aprendo rápido, así que pronto me dejó llevarlo a mi aire.
-Está sola.
Una sonrisa apareció en mi rostro, estaba sola, y el barco no se había chocado, un gran paso.
~Es mi pequeña marinera.
Me reí.
+Claro, salgo a mi madre y a mi padre, los dos navegantes, ¿qué quieres?
Dirigí mi vista al horizonte, para mi la mañana no era del todo perfecta, como siempre me faltaba alguien, en este caso tres personas: mi madre, mi hermano mayor y él, mi niño. Si ellos hubiesen estado ahí, os aseguro que la mañana no podría haber sido mejor. Podría acostumbrarme a eso, llevar un barco, sentirme libre cada semana, ser buena en algo que me gusta... Pues claro que me acostumbraría, ¿quién no?

viernes, 6 de enero de 2012

Tu despedida.

Llevo una semana preparándome para este día, para esta dura despedida, y parece que mi preparación ha dado sus frutos al hacer que mis ojos no derramasen ni una sola lágrima al enterarme.
Ha sido más o menos como lo he estado imaginando, yo jugando con los regalos de reyes de mi hermanito, él y yo juntitos, y alguien me daría la mala noticia. Pues bien, el enano y yo, sentados en el puente de la entrada a casa, jugando con su nuevo esqueleto de dinosaurio, mi padre se acerca por detrás y dice "Me voy" a lo que respondí "¿A ver a abuelo?¿Cómo está?", éste meditó unos segundos y abrió paso a su respuesta "Sí, abuelo está ahí ahí, prepárate para lo que pueda pasar", su cara no decía lo contrario, era de dolor y pena, en un principio pensé que ya había pasado, pero no me salió otra cosa que "Vale, dale besitos a los dos, entonces ¿no le vamos a volver a ver, no?", me dio un beso, otro al pequeño, y se fue.
Unos minutos después vino mi hermana:
-Lucía, ¿Te has enterado? Abuelo ha muerto esta mañana...
+¿Te lo ha dicho papi? Porque a mi me ha dicho que está ahí ahí...
-No, a mi también me ha dicho eso, pero me lo ha dicho ahora Wendy- Wendy es la madre de nuestro hermanito.
+Supongo que no lo ha dicho por no llorar y no vernos llorar a nosotras...

De repente me vino a la cabeza, hace dos o tres días nuestro abuelo había dicho, entre unas cuantas cosas sin sentido, que el día de reyes era el día más bonito del año (o algo así) por lo que ahora pienso que se fue en su mejor día, aunque no sea tan bueno para los demás... Debo pensar que será mejor así, él no volverá a sufrir, y mi abuela podrá dormir, salir, y estresarse menos. ¡Pero qué coño! No se puede evitar estar triste por alguien que se va y que sabemos que no volverá.
Me arrepiento muchísimo de no haberle llamado hace tres semanas, mi padre me avisó cuando me llamó esa semana, dijo "Llama a los abuelos, abuelo está malito y le alegrará muchísimo, y a abuela también." Cuando colgué el teléfono se me olvidó llamar, y no les llamé ningún otro día, y al llegar a Tenerife el día 31 ya era tarde, él no podía moverse bien, estaba aún más flaco que otras veces, sin exagerar era un esqueleto con piel, y no hablaba ni escuchaba, no quería comer ni beber nada, yo ya no le podía decir "Te quiero muchísimo, abuelo" para que él se animase y me sonriese. Dos días después le visitamos casi toda la familia, nada más llegar a su casa me senté a su lado y le di la mano, tenía mejor aspecto, y según todos él quería muchos besitos, así que le di unos pocos. Ese día me cogió la mano bien fuerte y cuando me despedí para ir a comer, al darle un beso, hasta me intentó abrazar, pero seguía sufriendo y había que tomar la decisión: ¿Paliativos o sufrimiento? Paliativos.
Ayer empezaron a sedarle y hoy ya... Se acabó. Le echaré tantísimo de menos, nadie ocupará su lugar en mi, y siempre quedarán los recuerdos de todos esos días felices junto a él.

Abuelo, ¿sabes qué? Te quiero muchísimo, y espero que lo supieses antes de irte. :(