sábado, 21 de enero de 2012

Que le den al sufrimiento.

Si no es por una cosa es por otra. En lo poco que llevamos de año no hay día que no reciba malas noticias, que no se enfade alguien conmigo o que la distancia no me deje respirar. Estoy harta de este sufrimiento que se apodera de mi cada día. En 20 días se han muerto dos personas que conocía, una demasiado importante para mi; en 20 días creo que no ha habido más de uno en el que él y yo no hayamos tenido un momento incómodo o una discusión, más de la mitad por culpa de mis preocupaciones; en 20 días mi hermana y yo hemos hablado en buen plan uno o dos, los demás hemos discutido todos; en 20 días mi madre se ha dado cuenta de que en unos meses mi tía volverá a estar ingresada por un brote (es esquizofrénica y vivimos con ella, horriblemente mal); en 20 días mi espalda ha ido a peor y sigue sin haber dinero para un maldito corsé; en 20 días he sonreído a la distancia, al dolor y la desesperación TODOS. Se puede decir que soy fuerte, pero me estoy cansando, solo tengo 15 años joder, duele mucho levantarse para, después de cinco minutos, volver a caer, duele mucho sonreír a todo el mundo mientras que lo único que quieres es desaparecer y llorar hasta deshidratarte, que lo único que siento es que me ahogo en un océano. No entiendo por qué este maldito corazón se empeña en seguir latiendo cada día si lo único que quiero es borrarme del mapa. Ahora solo puedo decir "que le den al sufrimiento" y dejar de derramar lágrimas de una vez. Esperemos que lo que empieza mal, acabe bien.

No hay comentarios:

Publicar un comentario