jueves, 24 de noviembre de 2011

Extraña casualidad.

Exámenes y pérdidas (casa, amigos,...) se juntan. Siempre, SIEMPRE, se me juntan las cosas (malas y difíciles) entre sí, y con los exámenes. ¿Qué pasa? Que los exámenes se van a la mierda, me doy cuenta de que estoy tirando mi futuro también a la mierda, me ciego y a tomar por culo cosas perdidas por no pelear por ellas.
Maldita casualidad, ya podría pasar todo en periodos de tiempo más separados, joder. Estoy harta de todo ya, siempre cagándola. Me pregunto si de verdad yo serviré para algo, si esto de fastidiar todo y a todo el mundo tendrá alguna finalidad. Y el caso es que lo hago todo sin querer, ¿y si lo hiciese aposta? Haría el doble de daño, causaría el doble de problemas. Madre mía, soy un peligro. ¡Qué asco!

lunes, 21 de noviembre de 2011

Otro día más.

Al salir del colegio a la hora de comer espero a mi madre, con ganas de llegar a casa camino en dirección a la carretera, me cruzo con "mi" coche. Nada más ver su cara supe que, otro día más, una mala noticia saldría de sus labios. Entro en el coche. Como ya dije, una mala noticia... Nos quedamos sin esa casa para siempre. Rápidamente miles de recuerdos rondan por mi cabeza. Por el espejo retrovisor veo sus ojos brillantes, aguantando las lágrimas. Nada más puede hacer. «Puta crisis, mierda de hombre, asco de vida, maldita suerte» pensé. Es hora del dichoso "borrón y cuenta nueva". Pero duele dejar atrás todos los objetos de tus 50 años de vida, eso yo no lo sé, ella sí. Llegamos al piso. Hora y media para preparar la comida, descargar sentimientos mientras comemos y vuelta al colegio. Ella no puede evitar derramar lágrimas. No puedo verla así, me mata. El odio aparece en mi interior, de nuevo.
Es otro día más en que yo, una enana de 15 añitos, tengo más y más ganas de crecer y darle en las narices a tantísimas personas, de enseñar lo que es ser una PERSONA hecha y derecha. Porque ser persona no es ser un simple humano que se dedica a joder la vida a los demás, ser persona es contribuir, cooperar con y ayudar a los demás. (Teniéndose en cuenta a uno mismo también, ojo).
Es otro día más en que la gente solo quiere, digamos, aplastar a los demás por egoísmo. No aprenden a convivir, todo para ellos es una competición. Y no. Todos podemos ser lo que queramos sin fastidiar el futuro del resto, solo hay que encontrar la forma. (Casi) nadie la busca.
Y, por desgracia, es otro día más en que la veo derramar lágrimas por la hipocresía de los demás. Cuando ella es la mejor persona que nos podamos echar a la cara. NO se lo merece. :(

sábado, 12 de noviembre de 2011

El sentido de la vida.

A principio de curso, en ética, teníamos que hacer un trabajo sobre "el sentido de nuestras vidas", no lo hice. Nunca es tarde..
Ahora mismo pienso que mi vida no tiene sentido. ¿Justificación? Pues yo lo justifico preguntando: ¿Qué sentido tiene vivir sin tener alguien que me apoye y me entienda, y si lo tengo lo pierdo? ¿Qué sentido tiene vivir queriendo morir? ¿Qué sentido tiene vivir sintiendome más sola que el sol que vemos nosotros en un día despejado? ¿Qué sentido tiene vivir sin ilusión? ¿Qué sentido tiene vivir envidiando? ¿Qué sentido tiene vivir preocupada? ¿Qué sentido tiene vivir destruyendo? ¿Qué sentido tiene vivir sufriendo día a día? ¿Qué sentido tiene vivir pensando que mi vida no tiene sentido? Mi respuesta es: cada cosa tiene el sentido que le de uno mismo, igual para ti tiene un sentido y para otro es diferente o no lo tiene. Por lo que mi vida no tiene sentido si no se lo doy yo, y yo no se lo encuentro.

viernes, 4 de noviembre de 2011

Nostalgia, dolor, impotencia; rabia.

Nostalgia.
Es eso que siento cuando le recuerdo, cuando recuerdo cómo me cogía en brazos y me subía a sus hombros, cuando recuerdo la sensación de incapacidad cuando no paraba de hacerme cosquillas, cuando recuerdo lo felices que éramos nosotras, las tres, con él.

Dolor.
Es eso que siento al volver a la realidad y ver que ya no está, que decidió tirarlo todo por la borda por las simples curvas de otra mujer. Al ver que ahora todo va mal, en mayor parte por su ausencia.

Impotencia.
Es eso que siento al ver que no puedo ayudar cuando más lo quiero, que lo que hago no es suficiente, que soy demasiado pequeña para todo. Eso que siento al verla llorar y notar como me rompo por dentro y sentir que no sirvo para nada, que no puedo hacer más que escuchar y asentir.

Rabia.
Es eso que siento cuando tengo que escuchar a todo el mundo y nadie es capaz de escucharme a mi. Cuando alguien se atribuye mis méritos y me lo restriegan indirectamente, pero adrede, por la cara. Cuando se me acaba el tiempo y no he terminado.